Cuento percusionado.

Para finalizar nuestro taller de percusión, os dejo un cuento inventado por los niños y niñas de mi clase, que fue surgiendo poco a poco en la asamblea, mientras tocábamos los diferentes intrumentos musicales.

El cuento se titula "La selva amazónica", relacionado con el centro de interés que estábamos viendo en ese momento:

Érase una vez, una tribu Yanomami que vivía en la selva amazónica. Cuando salía el sol, a los habitantes de la tribu les encantaba salir a la calle a tocar el tambor (suenan los panderos). Tocaban tan bien, tan bien, que a los ratoncillos que vivían allí les gustaba tanto la melodía que salían de sus casitas a acompañar a los yanomamis (suenan las cajas chinas y las claves simulando el ruido de los ratones en movimiento). El sonido era tan fuerte que se escuchaba en toda la selva amazónica, y sus amigos los elefantes, como lo escuchaban, se dirigían al poblado a celebrar con ellos el buen tiempo (suenan los cajones flamencos simulando los pasos de los elefantes).  

Todos estaban disfrutando muchísimo al son de los tambores. Pero cuando tocaron las campanas de la Iglesia (suena el triángulo), empezó a llover (suenan las maracas). Entonces, los maoríes se fueron con sus tambores a refugiarse a sus cabañas (suenan los tambores a un ritmo rápido), los ratoncillos se escondieron en sus casas (cajas chinas y claves a ritmo rápido), y los elefantes volvieron a la selva corriendo (cajones flamencos a ritmo rápido). 

Y entonces, el pueblo de los Yanomamis se quedó desierto, donde sólo se podía escuchar el sonido de la lluvia (suenan las maracas).

La representación de este cuento mediante la percusión les encanta a los niños y niñas, por lo que siempre lo solemos repetir varias veces. Lo que más les gusta es la variación del ritmo: de rápido a lento y de lento a rápido, por ello, cuando terminamos de representar el cuento hacemos juegos de variaciones de ritmo.

Aquí os dejo varias fotos que ilustran el proceso de representación del cuento:

 

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